Artículo de opinión escrito por la Psicóloga Clínica Massiel Santana
Una de las mayores preocupaciones que han expresado los padres ante el desarrollo de las clases ante la modalidad virtual ha sido el interés por el logro de los aprendizajes de los chicos. Es importante señalar que la enseñanza virtual no responde a todos los tipos de aprendizaje, ya que, esta es una experiencia individual.
La educación a distancia ha impactado en todos los niveles académicos, tanto a nivel pre-universitario y universitario, provocando deserción y apatía en niños, jóvenes y adultos en todo el mundo.
En todo este proceso, también ha habido estudiantes donde la modalidad virtual ha resultado de gran beneficio obteniendo mejores resultados en las calificaciones y la oportunidad de trabajar a su propio ritmo y ajustado al estilo de aprendizaje que se adapta a la virtualidad.
Se han producido quejas de los diferentes actores que participan del proceso de aprendizaje: estudiantes, docentes y padres; cada uno, atribuyendo desde su propia perspectiva las dificultades que se presentan y que impiden un desarrollo escolar favorable.
Un factor importante a tomar en cuenta es la capacidad atencional del estudiante. Una persona que presenta dificultad para mantenerla, puede mostrar inconvenientes para completar una tarea, trabajar a tiempo o memorizar las prácticas de enseñanza de los maestros. Otras de las manifestaciones que pueden producirse serian la necesidad de pararse constantemente del asiento o distraerse con cualquier recurso a la vista.
Otro indicador a señalar es que, para aprender se hace necesario estar conectado con la experiencia; aprender de manera virtual y presencial nunca será lo mismo, aunque se utilicen distintas aplicaciones o recursos que resulten divertidos e interesantes. Cuando el docente crea ese vínculo con los estudiantes favorece a que la experiencia sea una oportunidad para el aprendizaje.
Mantener los horarios y rutina de la casa son aspectos esenciales que permiten un mejor desempeño de los estudiantes. Muchas veces, se flexibilizan las reglas de la casa, se extiende el uso de los dispositivos o el momento de ir a la cama; siendo esto, situaciones que interfieren en el desarrollo académico, disminuyendo las horas de sueño, sobre estimulación por el excesivo uso de pantallas o reducción de actividades físicas o lúdicas.
Si se presentan situaciones emocionales, como crisis, cambios o el constante estrés al que se ha estado sometido es muy probable que afecte el buen desempeño de los estudiantes. Por lo que, es recomendable que realicen distintas actividades como el ejercicio, pintura o sacar espacios familiares que promuevan la diversión y el manejo de las emociones de todos.
Elaborado por: Massiel Santana
Psicóloga Clínica
Terapeuta Familiar y de Pareja
Terapeuta del Bienestar Emocional