‘Black Panther: Wakanda Forever’ se estrena este fin de semana en salas de cine como una secuela del filme que narra el origen de la Pantera Negra.
El filme llega en medio de atípicas circunstancias tras el repentino fallecimiento del actor Chadwick Boseman (1976-2020), quien interpretó al superhéroe de Marvel entre 2016 y 2019.
Boseman interpretó por primera vez a Pantera Negra en ‘Captain America: Civil War’ en 2016. Luego pasó al protagónico en ‘Black Panther’ de 2018 y apareció en otras dos películas del Universo Cinematográfico Marvel (UCM) hasta 2019.
La última fue en ‘Avengers: Endgame’, un año antes de su fallecimiento debido a complicaciones en un cáncer que mantuvo en secreto desde que fue diagnosticado en 2016.
Un minuto de silencio por Chadwick
La ausencia de Boseman dejó en la incertidumbre el futuro de la saga ‘Black Panther’. En primera instancia, los estudios Marvel se negaron a reemplazar a Boseman por otro intérprete, así como a utilizar la clonación digital.
Pero ‘el show debe continuar’ y Marvel con Kevin Feige a la cabeza encontró la forma de darle continuidad a la historia de la Pantera Negra y ofrecer al mismo tiempo un homenaje a su protagonista.
Y así arranca la cinta, con el recuerdo del príncipe T’Chala y la Pantera Negra de Boseman. La conmovedora secuencia está seguida por el clásico intro del logo de Marvel Studios, pero con la diferencia de que por primera vez transcurre en completo silencio.
La inevitable ausencia de Boseman condujo a los realizadores hacia la pregunta y el tema que sería el motor de la narrativa en ‘Black Panther: Wakanda Forever’: ¿Cómo lidiar con el duelo y superar las pérdidas?
Para que la historia de Wakanda siguiera adelante en un mundo sin T’Challa, tiene sentido explorar lo que significó la pérdida para las personas allegadas al actor que también es el personaje.
Es allí donde de cierta forma la ficción y la realidad se entrecruzan. En la película, el rey T’Chala ha muerto y no hay nadie que sienta ese efecto de manera más fuerte y dolorosa que su hermana menor, Shuri (Letitia Wright) y su madre, la reina Ramonda (Angela Bassett).
En esta secuela y homenaje también se aprovecha el giro de la trama para reforzar el discurso sobre diversidad y género, en el que viene trabajando Marvel y la industria en general desde hace unos años.