Para Andrea Pereira, nutrióloga en el área de Oncología del Hospital Israelita Albert Einstein y autora del libro recientemente publicado “Dieta del equilibrio – La mejor dieta anticáncer”, “la ciencia sabe que las verduras, legumbres y frutas tienen muchos factores antioxidantes y esto conducirá a una mayor protección del organismo y la mejora del sistema inmunológico”.
Explica que “todos los días las células se dividen de forma errónea, pero no todo el mundo va a tener cáncer.
Porque el sistema inmunológico te protege. Pero un sistema inmunológico comprometido no funcionará y eso está asociado con una mala alimentación, con la baja ingesta de frutas”.
En la explicación de Pereira, “la vida moderna te lleva a consumir formas más calóricas y con menos fibra. La fibra requiere más tiempo para masticar.
La gente come en pocos minutos frente a la computadora, frente al televisor, alimentos ultraprocesados con muchas calorías y mucha grasa”.
“La fibra estimula el tracto gastrointestinal, con una menor absorción de grasa. Si tus intestinos no funcionan bien, tienes más inflamación local, lo que aumenta el riesgo de cáncer en el tracto gastrointestinal”, dice.
Como recuerda Michael Bronstein, del equipo del Imperial College de Londres que utiliza inteligencia artificial para establecer la relación entre la “materia oscura” nutricional y los posibles tratamientos para enfermedades, “la dieta es quizás el factor más importante para modificar el riesgo de desarrollar cáncer”.
“Eso es lo que nos anima a observar más de cerca lo que comemos”.