Cómo los mosquitos genéticamente modificados podría acabar con enfermedades transmitidas por el propio insecto
Un estudio llevado a cabo en isla de Príncipe, en África, probó con éxito reemplazar a la especie Anopheles coluzzii, que transmite la malaria en ese territorio por otros modificados genéticamente para que ya no puedan transmitir el parásito de la enfermedad más mortal transmitida por mosquitos.
La tecnología de ingeniería genética que están utilizando podría, en tan sólo unas pocas generaciones (cuestión de meses cuando se trata de mosquitos), hacer que cada miembro de la especie que transmite la malaria allí, sea efectivamente inmune al parásito, según un artículo publicado por The New York Times.
Un equipo internacional de científicos que están tratando de llevar la ciencia genética de vanguardia a la lucha contra la malaria, en colaboración con un proyecto llamado Iniciativa contra la Malaria de la Universidad de California, ya diseñó con éxito el Anopheles coluzzii para bloquear el parásito en un laboratorio.
Para hacerlo, los científicos soltaron 11.000 mosquitos espolvoreados con polvo verde fluorescente en la comunidad. Durante las siguientes diez noches, un grupo de voluntarios se sentaron afuera de sus casas en aldeas en plena selva tropical con sus brazos y piernas expuestos al aire libre para ser picados por los insectos. Una vez que uno picó a una persona , los investigadores encendieron una lámpara frontal y usaron un tubo de goma unido a un frasco de vidrio para aspirar el insecto.
Hecho eso, criaron mosquitos a partir de larvas, los espolvorearon de verde y luego los liberaron en la comunidad.
Luego, durante otros diez días, los científicos recogieron por la isla vasos llenos de mosquitos, para luego llevar los insectos a un laboratorio improvisado en su suite de hotel en el único pueblo de la isla, Santo Antonio. Según vieron bajo el microscopio, 12 de los 253 mosquitos capturados brillaban con diminutas partículas del polvo verde que se adherían a sus cuerpos escamosos.
Los mosquitos verdes recapturados ofrecieron información sobre qué tan lejos volaban y el tamaño de la población de mosquitos, pistas sobre la dinámica de la malaria en ese país. Y además, acercaron a los científicos un paso más a su objetivo de reemplazar a los mosquitos locales por otros modificados genéticamente para que ya no puedan transmitir el parásito de la malaria.
Su idea es liberar una pequeña colonia de mosquitos genéticamente modificados, tal como hicieron con los de polvo verde, para que se apareen con los salvajes. Así, hasta que no queden mosquitos “autóctonos”.