Elaborado por: Massiel Santana
Psicóloga Clínica
Terapeuta Familiar y de Pareja
Terapeuta del Bienestar Emocional
@tododepsicologia instagram
Frecuentemente, se puede observar en la consulta o en la cotidianidad personas que afirman que deben realizar ajustes en ciertas áreas de sus vidas, ya sea, en lo emocional, familiar o laboral. Ese reconocimiento se manifiesta por el malestar que se va generando en la persona cuando necesita avanzar y sentirse bien consigo mismo.
Sin embargo, resulta más fácil decirlo que afrontarlo, debido a que los cambios pueden generar miedo tras las consecuencias que se pueden experimentar con la decisión que se asume. Ese miedo puede llegar a producir estrés, irritabilidad, insomnio o hasta tristeza, puesto que dependerá de la situación que se atraviesa.
Los cambios también pueden ser vistos de manera positiva, y son aquellos que las personas experimentan como oportunidades y que generan placer. Son aquellas situaciones que se desean con mucha ilusión, como el nacimiento de los hijos, una promoción laboral o el logro de alguna meta.
Enfrentar los cambios desde el miedo puede conducir a la persona a responder de manera distinta. Una manera de responder es el quedarse paralizados, no avanzar. Es aquí, donde aparecen las resistencias y las excusas que anteponen al cambio, muchas veces, porque también el cambio puede producir dolor a la misma persona o a los demás, así que, se opta por mantenerse en la zona de confort para evitar cualquier tipo de malestar.
Para vivir los cambios de una manera menos drástica se debe tomar en cuenta los pasos que se requieren para llegar a la meta. Ir accionando poco a poco, permitirá que se genere satisfacción por lo que se va logrando en el camino del cambio, además, ir valorando y premiando lo que se consigue en el proceso favorece al logro de lo que se espera.
Pueden cruzarse personas que en vez de alentar sobre esos cambios que se desean realizar, se convierten en obstáculos para alcanzarlos; así que, rodearse de personas positivas que sirvan como red de apoyo es un aspecto importante a tomar en cuenta.
Ser conscientes de que cualquier cambio, por más favorable que se sea, implica hacer ajustes que también pueden impactar a otras personas y que, a su vez, pueden generar cierto nivel de estrés. Pero lo mas trascendental a valorar aquí es el aprendizaje que se obtiene en cada paso dado, en cada miedo superado y en la satisfacción de lograr lo que se ha anhelado.