Los virus utilizan diferentes técnicas para seguir infectando.
Y el caso de la covid-19 no es la excepción: está claro que hoy estamos lidiando con una enfermedad que se propaga mucho más fácilmente que la versión que surgió en la ciudad china de Wuhan a fines de 2019.
El fenómeno se explica en parte por la aparición de variantes nuevas y mejoradas que se vuelven difíciles de contener.
La última y más reciente incorporada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la denominada lambda, que se encontró por primera vez en agosto del 2020 en Perú, cuando se le denominó C.37 o “variante andina”.
Según el último informe de la OMS, lambda se asocia con “tasas sustanciales de transmisión comunitaria en varios países”, entre ellos, Perú, Chile, Argentina y Ecuador.
Después de un monitoreo por un período prolongado, la OMS llegó a la conclusión de que esta variante porta una serie de mutaciones que se sospecha que podrían tener “implicaciones fenotípicas”, como un posible “aumento de la transmisibilidad” o de la “resistencia a los anticuerpos neutralizantes”.
De acuerdo con GISAID, un sitio que recopila data del coronavirus y la influenza, al 15 de junio esta variante estaba presente en al menos 29 países en el mundo, pero existe una elevada prevalencia particularmente en América del Sur.
En Chile, por ejemplo, su presencia ha aumentado rápidamente con el tiempo y hoy representa el 32% de los casos secuenciados reportados en los últimos 60 días, según la OMS. Esto implica que lambda está circulando a tasas similares a la variante brasileña gamma (33%) y muy por encima de la británica alpha (4%).
Este país sudamericano no ha logrado bajar sus altos índices de contagio y los hospitales se mantienen al borde del colapso, a pesar del rápido avance de su programa de vacunación con más de 9 millones de personas inoculadas con dos dosis, casi la mitad de la población del país.
En el caso de Perú, el informe de la OMS asegura que las autoridades de ese país informaron que, desde abril de este año, el 81%de sus casos de covid-19 se han asociado con esta nueva variante. Perú también se ha visto fuertemente golpeado por la enfermedad, convirtiéndose en la nación con la mayor tasa de mortalidad del mundo a fines de mayo.
Mientras que Argentina “informó una prevalencia creciente de lambda desde la tercera semana de febrero de 2021, y entre el 2 de abril y el 19 de mayo de 2021, la variante representó el 37% de los casos de covid-19 secuenciados”, dice la OMS.