Bruselas, 22 feb (EFE).- La Unión Europea (UE) debe mantener las ayudas de emergencia a su economía mientras avanza la vacunación y se consolida la salida de la crisis sanitaria, y aprovechar la recuperación posterior para hacerla más fuerte, digital y sostenible.
Es la receta para la economía europea esbozada por los líderes de las principales instituciones comunitarias y algunas internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que participaron este lunes en una conferencia sobre economía con parlamentarios de toda la UE, organizada por la Eurocámara y el Parlamento portugués.
“La pandemia no ha terminado todavía”, recordó la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, para quien Europa afronta dos retos: “proteger su economía” hasta que se logre una “inmunización extendida” y “posteriormente transformarla”.
“No se tratará de volver al estatus-quo prepandemia”, dijo Lagarde, quien instó a “usar el empujón de la recuperación” para transformar la economía, usando las “enormes oportunidades que presentan las tecnologías verdes y digitales para un crecimiento más vibrante, inclusivo y sostenible” y para crear empleos.
Para afrontar el primer desafío, recordó, el BCE está comprometido a mantener condiciones de financiación favorables mientras dure la pandemia, en particular con su programa de compra de deuda de emergencia de 1,85 billones de euros, pero será necesario también el apoyo de las políticas fiscales nacionales.
MANTENER LAS AYUDAS
“Gracias a las vacunas tenemos la famosa luz al final del famoso túnel, pero no estamos seguros de cuán largo será el túnel. Por eso es muy importante mantener políticas de apoyo en todas las economías europeas”, dijo el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, que participó en uno de los varios debates paralelos que tuvieron lugar durante el encuentro virtual.
Gentiloni recordó que si bien la caída del (producto interior bruto) PIB en 2020 fue menor de la esperada, un 6,4 % en la UE y el 6,8 % en la eurozona-, las previsiones de Bruselas indican que el 2021 también ha comenzado más lento de lo previsto, con una contracción en el primer trimestre.
“Retirar las medidas de apoyo demasiado pronto es más peligroso que retirarlas demasiado tarde”, afirmó el comisario, subrayando que las medidas tanto nacionales como europeas adoptadas hasta ahora han funcionado, por ejemplo, para evitar quiebras empresariales.
En este sentido, recordó que, en primavera, la Comisión hará su propuesta sobre si deben volver a aplicarse plenamente las normas de control del déficit y la deuda en la UE, pero anticipó que lo harán sobre la “base” de que hay que apoyar a la economía “tanto tiempo como sea necesario”.
En el Eurogrupo existe consenso sobre la necesidad de mantener de momento este apoyo de emergencia a la economía, pero también en que habrá que transitar gradualmente hacia medidas más específicas destinadas a impulsar la recuperación una vez que la situación sanitaria mejore, según señaló su presidente, Paschal Donohoe.
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona prevén acordar en julio cuál debería ser el rumbo de la política fiscal en 2022.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió de que la retirada prematura de los estímulos podría agravar aún más las divergencias entre países, e instó a “verificar” ya la fortaleza de los marcos de insolvencia nacionales para hacer frente al riesgo de quiebras que aumentará conforme disminuyan las ayudas.
FONDO DE RECUPERACIÓN
En el esfuerzo posterior de recuperación, coincidieron los ponentes, jugará un papel importante también el fondo de reconstrucción europeo, dotado con 750.000 millones de euros para financiar reformas e inversiones, sobre todo en el ámbito climático (destino del 37 % de los fondos) y digital (20 %).
En este sentido, se puso el énfasis en la importancia de invertir en infraestructuras “verdes” y digitales y en capital humano, por ejemplo en formación; pero también de llevar a cabo reformas para atajar problemas estructurales de largo recorrido y generar el entorno propicio para aprovechar al máximo los fondos.
“Va a ser importante vigilar que cada euro nacional y europeo sea correctamente invertido para ser beneficioso para la recuperación, la transformación de nuestro modelo y para traer cohesión social”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Las instituciones, hicieron además un llamamiento a los parlamentarios nacionales que participaron para que ratifiquen cuanto antes la legislación que permitirá a la Comisión Europea emitir la deuda con que se financiará el fondo, condición “sine qua non” para que puedan empezar los desembolsos.
“Siete países, incluyendo Portugal, han ratificado ya la decisión sobre recursos propios. Insto a todos ustedes a hacer lo mismo, con urgencia, porque solo con esta decisión ratificada podemos echar gasolina a la recuperación”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
“Depende de ustedes, Parlamentos nacionales, hacer un esfuerzo urgente”, insistió el presidente de la Eurocámara, David Sassoli.
Una vez completado este proceso, el Ejecutivo prevé comenzar en junio con las emisiones del fondo, con un volumen de 150.000 a 200.000 millones al año hasta finales de 2026, según recordó el comisario de presupuesto, Johannes Hahn.
“Aplicaremos una estrategia de financiación diversificada que proporcionará flexibilidad para reaccionar a un entorno de mercado cambiante y a la demanda de los inversores”, dijo Hahn, quien prevé tener listo para entonces tanto el plan de financiación para los primeros seis meses como toda la infraestructura operativa.
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