Economía| Las dos monedas llegaron al mismo valor este martes, marcando un simbólico 1:1, que supone un descenso de 15% del euro en el último año.
Esto ocurre mientras aumenta el temor en los mercados de una recesión económica en Europa, en un contexto de alta inflación y una creciente incertidumbre sobre la continuidad en el suministro de gas ruso.
¿Por qué se está hundiendo el euro?
La depreciación del euro ocurre en medio de una crisis energética en Europa provocada por la invasión rusa en Ucrania.
Existe inquietud frente a la posibilidad de que esta crisis cause una recesión de consecuencias insospechadas, una sombra que se intensificó el lunes ante la reducción del suministro de gas ruso y la preocupación de que la inflación siga aumentando.
“Hay mucho miedo sobre lo que pueda pasar en el plano energético con la guerra. Ya veremos si seguimos recibiendo gas de Rusia.”, dice Juan Carlos Martínez, profesor de Economía de IE University.
A ese conflicto se suma el golpe que ha recibido la divisa porque las tasas de interés están subiendo mucho más rápido en Estados Unidos y eso atrae los capitales hacia la mayor economía del mundo.
“La causa más importante de la caída del euro es la diferente velocidad en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo”, argumenta Martínez en diálogo con BBC Mundo.
¿Cuáles son las consecuencias?
Con la inflación en la zona euro en su nivel más alto desde que comenzaron los registros (8,6%), la depreciación del euro aumenta el costo de la vida al encarecer las importaciones.
En otros momentos de la historia, una moneda más débil no es necesariamente una mala noticia porque los gobiernos la utilizan como una manera de estimular el crecimiento económico, dado que las exportaciones se vuelven más competitivas.
Ahora, sin embargo, no es el caso.
“Cada vez que el dólar sigue apreciándose, nos cuesta más en euros comprar un barril de petróleo. Ese es el gran problema que vemos ahora”, explica el economista.
Es por eso que un euro débil ha contribuido a que los combustibles hayan superado máximos históricos, perforando el bolsillo de los consumidores.
La situación es inquietante para los países de la región, considerando que cerca del 50% de las importaciones de la zona euro están denominadas en dólares.
América Latina
En el caso de América Latina, la paridad entre el euro y el dólar “no tiene un impacto directo en la región”, le dice a BBC Mundo Elijah Oliveros-Rosen, economista senior de la división Latin America Global Economics & Research.
Lo que refleja esta situación, agrega, es que hay una apreciación del dólar a nivel general.